Texto en la revista Reset


He dudado entre escribir "revista", "portal" y algunas cosas más en el titular de esta entrada, porque Reset es todo eso, pero es ante todo un medio digital de comunicación diferente, cooperativo y multidisciplinar, realizado por jóvenes periodistas con muchas ganas de hacer cosas, de hacerlas bien y de hacerlas con un sentido. Podéis leer su declaración de intenciones en el apartado Quiénes somos del sitio.

También he dudado a la hora de elegir la palabra "texto", pues "Un motor indestructible", el que he publicado en el número cuatro de la revista, es en realidad una mezcla de artículo, crónica, columna, deriva y diario personal en torno a mi experiencia en la pasada Feria del Libro de Madrid. Una excusa como otra cualquiera para pensar en voz alta sobre los oficios del libro, sobre la vocación literaria y sobre la pasión que nos mueve en pos de un deseo.

Como sabéis, hace tiempo que he reducido al mínimo mis colaboraciones no remuneradas en los medios y que soy bastante crítico con la inercia general al respecto, pero considero que de vez en cuando hay que hacer excepciones y apoyar proyectos que busquen más compartir y difundir contenidos e ideas que promocionar empresas o carreras profesionales. Por eso, en lo que no dudé un segundo fue al aceptar la propuesta de Alba Muñoz, la coordinadora de Reset, para que hilvanara y rescatara de mi cuaderno virtual mis reflexiones e impulsos durante aquellos diecisiete días en Madrid. Aquí tenéis el resultado. Me he dejado muchísimas cosas en el tintero, pero espero que os guste, que os llegue, que remueva alguna cosa.

BCN Mes, número 23


De nuevo, recupero y actualizo algunas notas de mi cuaderno para mi columna "Bloomsday Menu" en la revista BCN Mes, donde hago también otras tres recomendaciones literarias. La revista completa, como siempre, disponible en ISSUU o, en papel, en casi 500 locales de la ciudad y en todas las sedes de la UB.


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CAFÉ DEL ÉXITO

by Sergi Bellver

Decía Stevenson que “un hombre que no es frugal, no tiene nada que hacer en las artes”, pues “cada vez le será más difícil ser honesto”, y tiene vigencia la frase, aunque hoy los escritores vocacionales parezcan más obligados a la austeridad por la coyuntura general que por demostrar la autenticidad de su compromiso artístico. Esa honestidad, esa “verdad del texto”, le llega al lector sensible, que al hacerse con un buen libro vive la ilusión del descubrimiento, inflamado por el mismo tipo de emoción inteligente de quien madruga para ver a solas, vacía y mojada por el alba, una ciudad nueva. Pero muchos lectores no saben que cuando compran ese libro, bien sea por el boca a oreja, por intuición o gracias a alguna reseña, con esos, digamos, veinte euros, apenas están invitando al autor a un humilde café con leche. De dicho precio, tras restar un diezmo para el escritor (para ese café) toca hacer tres partes, una para el editor, otra para el distribuidor y otra para el librero, quienes se ocupan de que el manuscrito original se convierta en libro y acabe en manos del lector. Sin contar el tiempo que le tome escribir su obra, entre la llegada del manuscrito a la editorial y la presencia del libro en la estantería, puede transcurrir perfectamente un año. Durante ese tiempo el escritor quizá conserve el extravagante hábito de comer un par de veces al día y dormir bajo techo, algo que seguramente prefiera seguir haciendo durante el año siguiente, mientras el libro (seamos optimistas) va ganando lectores. 
Así las cosas, salvo en el caso de unas cuantas divas de las letras, un puñado de abonados a las listas de ventas, demasiadas figuras mediáticas metidas a novelista por encargo y un hatillo de escritorzuelos “promotables”, lo habitual es que ese autor que ha logrado contagiarle a unos pocos lectores algo de “su verdad” deba conducirse entre los mortales como cualquier hijo de vecino, a menudo de forma precaria, haciendo malabares y pluriempleándose para llegar a fin de mes. Sería bueno pues que el escritor vocacional se replanteara su concepto de “éxito”, sobre todo si aún corre por sus venas sangre de artista, si pretende ser fiel a su deseo y no dejarse vencer por el cinismo. ¿Y qué debería entonces significar el “éxito” para él, sino tener noticia de haber provocado alguna vez en un lector aquella emoción inteligente del que madruga para ver a solas, vacía y mojada por el alba, una ciudad nueva?

| chef bloom recomienda |

2020
Javier Moreno
Lengua de Trapo

Con una lírica genuina, esta novela proyecta una inteligente e inquietante distopía para la que ya parecemos tener asiento reservado.

Leche
Marina Perezagua
Libros del Lince

Algo más que la confirmación de una excelente narradora: una colección de relatos en los que nuestras luces y sombras se diluyen.

Todo irá bien
Matías Candeira
Salto de Página

Entre la niebla cruel de sus historias, este libro nos hace señales desde un faro para que naufraguemos y disfrutemos de la tragedia.

En Atticus Finch, Madrid


A partir de mañana, lunes 8 de julio, la maravillosa librera Eva Boj se toma un breve respiro para una puesta a punto (en realidad, es una replicante de generación Nexus 7 y la Tyrell Corporation ha decidido revisar su unidad de procesamiento de datos). Y como quiera que Rutger Hauer tenía un compromiso, a Eva no le ha quedado más remedio que contar conmigo para que Atticus Finch, la librería café más acogedora, genuina y prometedora de Madrid, permanezca abierta de par en par estos días para sus clientes, amigos, lectores curiosos y demás paseantes noctívagos. Durante algo más de una semana me encontraréis en el 78 de la calle La Palma (en la frontera entre Malasaña y Conde Duque), encantado de recomendaros lecturas, poneros un té en el espacio de exposiciones o invocar al espíritu de Gregory Peck en alguna ouija improvisada. Os espero de lunes a sábado hasta las 22.30 de la noche, para que nadie se quede sin un buen libro y una buena charla por culpa de la canícula.