Agua dura (Sub-Urbano Ediciones, 2013)


Desde el pasado 7 de octubre, en el portal Books Marketplace y de la mano de Sub-Urbano Ediciones, está a la venta la versión digital de Agua dura, mi primer libro de relatos. La respuesta inicial de los lectores está siendo muy gratificante, además del placer añadido que supone saber que algunos de esos lectores ya han podido leer mis cuentos en Los Ángeles, Buenos Aires o Budapest. Quiero dar las gracias por su apoyo y confianza a Pedro Medina, mi entusiasta editor en Miami, y a Salvador Luis, siempre cómplice de tantas cosas y cabeza de puente en esta aventura que, a través de Sub-Urbano, pretende conectar a autores y lectores de ambos lados del Atlántico.

Más adelante llegará la edición española en papel de Agua dura, pero esta conexión inmediata por encima de mapas y barreras locales ya justifica por sí misma la edición digital. Tanto es así que una de mis tareas como autor ha sido convencer a mis dos editores, el digital y el tradicional, de que va a ser bueno para todos que convivan los dos formatos, que cada editor trabaje en el que tiene más experiencia y que el lector, soberano en todo esto, sea quien decida cómo disfrutar de la lectura. Debo confesar que yo mismo era antaño un tanto reacio al formato digital, pero la seriedad del proyecto de Sub-Urbano Ediciones, la dedicación de Pedro Medina y el catálogo de la editorial, en el que podréis encontrar a autores tan interesantes como Mario Bellatin (México, 1960), Marina Perezagua (España, 1978), Diego Fonseca (Argentina, 1970), Susanne Noltenius (Perú, 1972) o Mercedes Abad (España, 1961), entre otros, terminó por derribar mis prejuicios y hacerme ver que lo que más importa es contar buenas historias y conseguir emocionar al lector con ellas, sea cual sea el formato.
Imagen: Elías Gorostiaga.

Para celebrar estas sinergias, la revista cultural Sub-Urbano, que desde 2009 se edita también en Miami y que, según reza en su declaración de intenciones, «busca reivindicar la literatura hispanoamericana en Estados Unidos y [...] apunta a convertirse en un referente cultural hispano en el país», ofrece mi relato «Pájaros que llegan a Moscú», con el que cierro la segunda de las tres secciones de Agua dura. Espero que os guste y os incite a descubrir mis otros cuentos.